COMPROMISO

«Una sociedad crece bien cuando las personas plantan árboles cuya sombra saben que nunca disfrutarán».

Proverbio Griego

Ossian

Patrimonio vitícola

Nieva, Segovia

Conocimiento

Viña vieja genuina

En Ossian perpetuamos un legado que se remonta cinco siglos atrás. Trabajamos por mantener y recuperar viñedos centenarios que no diezmó la filoxera, en una tierra de suelos privilegiados y un clima extremo que marca el carácter del verdejo ancestral y auténtico.

No entenderíamos trabajar este tipo de viñedo prefiloxérico de otra forma que no fuese en ecológico. Observamos y aprendemos del ecosistema para buscar un equilibrio natural entre el hombre, el entorno y la vid, rindiendo tributo a unas cepas que son un patrimonio vitícola.

Entre mares de pinares ubicados en la campiña segoviana, los majuelos enraizan en terrenos arenosos y lenguas de pizarra. Son suelos pobres que obligan a las cepas a dar lo mejor de sí mismas en unas condiciones climáticas extremas. En su mayor parte se trata de uva muy vieja, con cepas que rozan los dos siglos de edad y que han visto pasar a varias generaciones de viticultores. Nuestro trabajo consiste en inmortalizar esa herencia obteniendo un fruto que perdure en la memoria.

Resistencia natural a la filoxera

Matriz arenosa
La mayor parte de todo nuestro viñedo en Nieva y alrededo­res arraiga en suelos de matriz arenosa. La tierra de pinares se convierte no solo en una referencia geo­gráfica sino en una característica capital para la preservación histórica de las cepas que aquí crecieron.

Una defensa natural
Esto fue clave para que la plaga de la filoxera de finales del siglo XIX apenas afectara al viñedo de Nieva: las larvas del insecto no pueden prosperar en la textura de arena. Gracias a esta defensa natural, hoy encontramos aquí vides de pie franco, esto es, anteriores a la filoxera.

Tierra
pizarra

Los suelos

Los suelos que componen los viñedos de Ossian se extienden a lo largo de once localidades: Nieva, Nava de la Asunción, Moraleja de Coca, Santiuste de San Juan Bautista, Bernuy de Coca, Villagonzalo de Coca, Aldeanueva del Codonal, Aldehuela del Codonal, Codorniz, Melque de Cercos y Ochando.

Geológicamente, estos suelos pertenecen al Mioceno (Terciario) y al Pleistoceno (Cuaternario). Sistemas de terrazas del Sistema Eresma-Adaja-Voltoya, recorren el territorio. Su composición se basa cantos y arenas litoareníticos y arcósicos, arenas blanquecinas fluviales con gravillas de cuarzo y aluviones de arenas y limos. En menor medida, también se encuentran fangos limo-arenosos y margosos intercarlados, y localmente zonas de arcillas verdes. Un manto eólico recubre toda esta superficie, originando un oasis de arena superficial, que evitó la propagación de filoxera a principios de siglo XX, conservando de esta manera viñedos centenarios en pie franco.

En la parte Sur-Este de Nieva y Ochando encontramos los suelos más antiguos de la zona, las «Capas de Santa María». Restos del desmantelamiento de un antiguo sistema montañoso del Precámbrico, forman un suelo compuesto por pizarras, grauwacas, cuarcitas y rocas de silicatos cálcicos.

El clima

Un entorno de máxima exigencia
A una altitud media de 900 metros sobre el nivel del mar, sobrepasando incluso los mil en algunas parcelas, las condiciones se vuelven extremas. Incluso para unas viñas que han visto pasar décadas. Durante el invierno se alcanzan temperaturas de hasta quince grados bajo cero, lo que contrasta con unos veranos secos y calurosos, que superan los treinta grados de manera recurrente.

Contrastes que marcan el carácter
Las nieves, que nos visitan de manera frecuente en las épocas más frías, cubren los mares de pinares y viñedos dotándoles de un aspecto mágico. El estío, por contra, somete a un intenso pero equilibrado estrés hídrico a las cepas. Todas estas características condicionan aún más el marcado carácter varietal de nuestros vinos.

Ossian Nieve